Cuando un arquitecto dibuja o pinta a menudo se encuentran particularidades que lo diferencian de los productos del pintor. Mis pinturas son resultado de la formación como arquitecto y mi técnica ha sido, basada en los medios propios de mi generación, la usada para representar propuestas arquitectónicas. Los resultados obtenidos son la consecuencia del trabajo continuo y la condición fundamental de libertad en su creación.

Fué alrededor de 100 años atrás que Kandinsky y Malevich aportaron la idea de la representación abstracta como alternativa creativa de comunicación, expresión y creación artística. Incluso con anterioridad, hoy sabemos que  Hilma Af Kint había ya propuesto y creado imágenes abstractas para expresar contenidos particulares, abriendo y ofreciendo así nuevas posibilidades de expresión artística individual, caminos más amplios, no solo la reproducción de la realidad concreta en estilos diferentes, sino una alternativa nueva a partir de formas libres, colores e infinitas posibilidades de composición para expresar lo íntimo, para comunicar en forma alternativa nuevas y diversas imágenes desde el interior individual y las infinitas particularidades personales.

Mi trabajo hoy, después de 50 años de ejercicio, quiere mostrar mi interior personal en diferentes momentos de continuada  producción y su evolución consecuente, para idealmente así tocar esos sentimientos íntimos que en común tenemos los seres humanos, compartiendo en esta forma emociones que puedan representar nuevas, provocativas y útiles experiencias.